Ofir Dor

La historia del arte —aparte de lo esotérico y el simbolismo—, como repositorio de obras e ideas con las que trabajar, es una constante en su práctica pictórica. En sus obras, se activan ideas sobre la pintura, la mirada, el simbolismo, las relaciones, el poder, e, incluso, en segundos rebotes, sobre las formas que tenemos de pensar estas mismas ideas.

Su práctica en el estudio implica un trabajo extenso con el dibujo, a menudo como un paso intermedio entre diferentes iteraciones del mismo tema. A través de ligeras variaciones, experimentando con el color, la composición, el escenario y el gesto, trata de lograr un equilibrio entre un estado enérgico y crudo y un sentido de equilibrio y lucidez, no sólo por una estructura deliberada, sino, más bien, por la fusión de imagen y pintura, creando un evento único y particular donde el contenido y la forma están unidos para crear significado.